Si actualmente te aburres en tu trabajo, te sientes frustrado por que las actividades diarias no te llenan, no te sientes ya motivado por las actividades y las responsabilidades que te son asignadas aunque en teoría pareciesen desafiantes, y te sientes emocionalmente agotado al terminar la jornada, Posiblemente eres presa del síndrome de “Sansón”.
El síndrome de sansón se presenta cuando nuestros talentos y capacidades son superiores a las responsabilidades y expectativas que nuestro empleo inmediato nos ofrece. Encontrado quien la padece situaciones laborales que son evaluadas como monótonas, repetitivas o tediosas, perdiendo ante ello toda perspectiva de crecimiento y desarrollo personal dentro del cargo a futuro.
Regularmente este tipo de empleados son personas que encontraron en su empleo una opción cuyas responsabilidades se conjugaron en su momento con sus intereses personales y profesionales, qué en base a un proceso intenso de formación en la práctica aprendieron todo lo necesario del cargo, crecieron junto con él, innovaron su área y bajo un periodo de permanencia en el mismo no encontraron hacia donde seguir creciendo, bien por sistema o bien por carencia de oportunidades.
Psicológicamente sabemos que cuando los desafíos y retos laborales son estimulantes desde el punto de vista emocional, nuestros recursos físicos e intelectuales entran en un proceso de engranaje perfecto que permite que la inspiración y el compromiso fluyan al unisolo haciéndonos capaces no solo de enfrentar los retos laborales de manera oportuna, sino además haciéndonos disfrutar del proceso de construcción o resolución que una tarea o un problema implican.
Este proceso lo podemos comprender desde el aspecto neurológico cuando entendemos que los procesos de disfrute y goce que una persona encuentra en el trabajo, son debidos a grandes cantidades de oxigeno en sangre que circulan por nuestro sistema nervioso, activando en su trayecto gran cantidad de áreas motoras y de asociación que se activan en ambos hemisferios de nuestro cerebro, haciéndonos como consecuencia más diestros y rápidos a la hora de hacer algo.
Caso contrario sucede con el aburrimiento, la frustración y la falta de motivación laboral, donde la oxigenación, la estimulación intelectual y los procesos creativos son erradicados por el cortisol y la oxitocina entre otros neurotransmisores.
Por ende si el día de hoy consideras que tus talentos y capacidades son superiores a la satisfacción y los retos que encuentras en tu empleo actual, tal vez sea momento de generar un cambio, ya sea emprendiendo ese proyecto que has traído entre manos durante mucho tiempo y que te llevará a cultivar tus verdaderas pasiones, o buscando un empleo que represente un nuevo reto en el cual aspirar a realizarte nuevamente de manera personal y profesional, ¿No crees?
Escríbeme tus comentarios, como siempre me dará mucho gusto el poder leerlos.
Victor Puig. Master Speaker internacional y Coach de Neogios.
Hace casi medio siglo en la ciudad de Oviedo donde vivía me encontré con un amigo del bachiller al que hacía tiempo que no veía. Estaba cabizbajo y deprimido. Me invitó a tomar un café. Supuse que acaso estuviese en el paro o en algún trabajo menor y mal remunerado. Esto último no era acertado pues ante mi asombro me dijo que era ingeniero en una empresa estatal y disfrutaba de un buen sueldo. Cuando le mostré mi extrañeza ante su estado anímico me sacó de dudas cuando me refirió lo que sigue.
-Yo estudié la carrera por vocación, y esperaba desarrollar una actividad creativa con el deseo de ser útil y desarrollar mi espíritu hasta el máximo de mis posibilidades. Como hubiera observado algunas maniobras nocivas para la buena marcha del negocio, puso sus indagaciones en conocimiento del director general al que aseguró que de rectificar el enfoque todos saldrían ganando, empresa y empleados. El director se mostró incomodado haciéndome saber que todo estaba inventado, que no revolviera más y que aceptara de buen grado las instrucciones de la superioridad.
Observé que mi amigo hacía esfuerzos por contener el llanto que apuntaba en sus ojos vidriosos.
Yo entonces no sabía que la sociedad se organizaba jerárquicamente por psicópatas integrados. Ahora ya lo sé y por eso le escribo estas líneas que espero tengan relación con su pulcro y ponderado artículo.
Nunca supe más de mi amigo.
Hola Fernando, agradezco mucho tu comentario desde este País maravilloso España, donde viví por 2 años en Alcalá de Henares.
Y te digo que así es, desafortunadamente no todos entendemos que vocación y pasión deberían ir juntos en la vida, que llegando el momento tenemos que conjugar nuestro talento con una actividad productiva y el Síndrome de Sansón nos expresa la versión de aquellos que han decidido mantenerse dentro de un plano laboral que ya no les ofrece gran cosa.
Espero tu amigo haya encontrado una mejor realidad, saludos cordiales.
Victor G. López