Todos los grupos indistintamente de su existencia y elementos de cohesión tienen un fin común. Un objetivo madre que guía y mantiene unidos a sus elementos a lo largo del trayecto.
Los mismos pueden tener altibajos, entradas y salidas de miembros e incluso establecer relaciones poco sanas y significativas que pueden no influir en la obtención final del objetivo que se persigue.
No obstante, cuando hablamos de objetivos productivos en los grupos, las actitudes y formas de actuar, comunicarse y relacionarse se vuelven determinantes de los resultados que se pueden llegar a obtener
Claramente, el no ser un elemento integrado al resto del grupo y no tener un grupo integrado a la hora de pretender producir a quien más le afecta es a la empresa u organización de la que estos son parte.
Por ello el día de hoy, planteó 2 estrategias sobre como poder potenciar el proceso de integración de un grupo en vistas de convertirlo en un verdadero equipo productivo:
1).- Ante todo Crear Alianzas
Las alianzas son un pacto que se crea por parte de todos los miembros del equipo con la finalidad de trabajar bajo una especie de reglamento interno, lo cual a su vez genera disciplina y por ende resultados más eficaces en el trabajo
Para efectos de mejora del rendimiento, es recomendable implementar alianzas desde un principio. Cuestionamientos como ¿qué queremos que pase dentro del equipo? O también proyectar posibles escenarios futuros como, ¿qué haremos cuándo pase, lo que no queremos que pase? nos permitirá clarificar las posturas de los integrantes en relación a su modalidad de trabajo. Otros temas que pueden apoyar a fortalecer las alianzas son: establecer el compromiso mutuo, o saber el qué se puede contar entre compañeros el uno con el otro.
2).- Siempre definir Roles
Cuando tenemos un equipo que experimenta desorientación por uno o más miembros, es necesario definir los roles dentro del mismo. Para ello, se puede implementar la estrategia de equipos creada por Meredith Belbin. Donde los roles del equipo, se utilizan para identificar las fortalezas y debilidades del comportamiento en el entorno laboral. Cada uno de los 9 roles expuestos por esta autora expresa las fortalezas y debilidades permitidas, a partir de lo cual podemos identificar qué rol se adapta más al estilo de trabajo de cada uno.
El tener el rol identificado dentro del equipo de trabajo, hace más sencillas las tareas a cumplir, además de brindar la posibilidad de potencializar los aportes individuales en las tareas colectivas.
Como conclusión, podemos afirmar que trabajar en un equipo de forma organizada es una manera adecuada de repartir el trabajo entre cada uno de los miembros que lo conforman, sin embargo, el ir más allá en un proceso productivo depende de unir esfuerzos individuales. Se requiere un verdadero compromiso de cada uno de los colaboradores para así poder formar una sinergia positiva que permita generar mejores resultados y en ello alianzas y roles definen gran parte del potencial resultado.
¿Y tú qué opinas al respecto? ¿Crees que esta información le puede dar valor a tu empresa?
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Atte. Oswaldo Enriquez, Life Coach, Trainer de NeurotalentMx